Un año más, llega el 25N y parece que es cuando las víctimas de violencias machistas y las Asociaciones que hemos formado, existimos. 

Porque lo que es el resto del año, debe ser que nos metemos en una cueva, y ni estamos, ni trabajamos, ni hacemos nada reseñable, ni necesitamos nada. Sólo estamos aparentes el 25N y si acaso, el 8M. 

Desde Ana Orantes hasta hoy dicen que hemos avanzado mucho. Nosotras no creemos que haya sido así, y si no, a las cifras nos remitimos (según el Observatorio Estatal en España ha habido 1.171 víctimas mortales por Violencia de Género desde el 1 de enero de 2003 hasta el día de hoy)

Este año el número de feminicidios asciende hasta el momento a 38 víctimas, aunque serían 48 si se incluyesen otros casos. Avanzar sería que no hubiera víctimas o que el número de ellas fuera muchísimo menor, cosa que se podría lograr si los jueces y juezas fueran mucho más duros en sus condenas, no se permitiera atenuantes en los juicios y no se contemplaran beneficios penitenciarios en las cárceles, mientras cumplen sus penas. También sería un avance que España aplicase en su totalidad el Convenio de Estambul, al que se acogió en 2014 y que todavía no se ha puesto en práctica… 

Nosotras, como la única Asociación de Aragón formada íntegramente por mujeres víctimas sobrevivientes de violencias machistas, trabajamos todo el año por y para las víctimas de todo tipo de violencias. 

Porque violencia machista no es sólo que te peguen, no. Violencias machistas son muchas y algunas, por desgracia, todavía las tiene que recoger la ley. Trabajamos todo el año para las mujeres, sus hijos e hijas, que vienen a nosotras buscando ayuda, apoyo y sobre todo que las escuchemos sin juzgarlas, porque sabemos perfectamente lo que están pasando, lo que están viviendo… porque lo hemos vivido antes en carne propia y en la de nuestras criaturas, que es la que más nos duele. 

Nadie puede entender mejor a una mujer que está viviendo el infierno de la violencia machista que otra que lo ha vivido igual. Y las mujeres que vienen a nosotras, lo saben.

Como la única Asociación de Aragón formada íntegramente por mujeres víctimas sobrevivientes de violencias machistas, todavía sobrevivimos cada día a muchas cosas. A ser cuestionadas, a ser revictimizadas, a sufrir quebrantamientos de la orden de alejamiento sin que a nuestros maltratadores les pase nada, a ser acusadas de SAP a pesar de estar prohibido, a no tener garantizados los recursos, a no tener legisladas todas las formas de violencias machistas, a que los medios de comunicación todavía tratan nuestras muertes sin perspectiva de género, a la negación de derechos que tenemos reconocidos, a ser asesinadas a pesar de denunciar, a serlo y que lo primero que se diga es “no se conocían denuncias previas”… 

Como la única Asociación de Aragón formada íntegramente por mujeres víctimas sobrevivientes de violencias machistas, la Asociación también tiene que sobrevivir económicamente no sólo para seguir realizando nuestra labor educativa y difusora, si no para poder atender a las mujeres que llegan a nosotras pidiendo ayuda para poder comer, hacer frente al pago de la luz o del material escolar de sus hijos e hijas. 

Muchísimas veces tenemos que llegar a donde las administraciones no llegan para no dejar desamparadas a mujeres y criaturas y literalmente, no tenemos de dónde sacar para ayudarlas, porque se nos han denegado subvenciones y ayudas que nos permitan poder seguir ayudando. Se nos ha dejado “sin un duro”, y eso significa no poder ayudar, no poder hacer actividades para las mujeres (programas de reinserción laboral, cursos, jornadas, no poder desplazarnos para dar charlas, etc.) 

Nuestra labor comprende muchas cosas, y para muchas de ellas, por no decir para todas, hace falta dinero. No obstante, como decía aquel, con las piedras que nos tiráis nosotras levantamos nuestro castillo y con los palos que nos ponéis en las ruedas nosotras haremos un fuego para calentarnos. 

Haber sobrevivido a aquel a quien considerábamos nuestra pareja y que, en la mayoría de ocasiones fue el padre de nuestras criaturas, nos ha dado la experiencia, la fortaleza y el aguante suficiente para poder tirar hacia adelante siempre. Para saber que todo pasa y que nada es eterno. 

Para tener claro que no vamos a tirar la toalla, que no vamos a dejar a las mujeres y criaturas que nos necesitan desamparadas como estuvimos nosotras. Para seguir al pie del cañón, pero no solo el 25N, sino los 365 días del año. 

Porque las víctimas no solo existimos, necesitamos voz, ayuda y “protagonismo” un día o dos al año ¿no? 

Las mujeres y criaturas víctimas de violencias machistas necesitan que se les escuche, se les de voz, se les den ayudas, se respeten sus derechos, se cumplan las leyes que les protegen y se les tenga en cuenta como merecen los 365 días al año. 

Y ya de paso, a las Asociaciones formadas por víctimas, también. Que lo único que se está haciendo es permitir que se usurpen los espacios que por derecho nos pertenecen, dando prioridad, voz y medios a asociaciones que por mucho interés que pongan, no pueden saber lo que sabe, siente, piensa y teme una mujer que ha sufrido, vivido y salido de un infierno como es una relación de violencias machistas. Las que hemos tenido la suerte de salir.

Tu colaboración es vital para continuar con nuestra labor ¿Nos ayudas?

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