¡Basta ya de justicia patriarcal! suele ser uno de los lemas que se corean cada año en las manifestaciones del 8 de marzo. Hace unos días, el Aula Magna de la Facultad de Derecho de Zaragoza acogió una jornada que planteaba precisamente si el derecho necesita perspectiva de género.
Una jornada de la que (gracias a este espacio que nos ha preguntado nuestra opinión) nos acabamos de enterar.
Una jornada en la que la voz de la única asociación de mujeres víctimas sobrevivientes de la violencia machista de Aragón, no estuvo invitada a participar ni a hacerse oír.
Una jornada en la que se habló de algo tan importante como es la perspectiva de género, que falta tanto en lo que se refiere al trato que recibimos las víctimas desde que damos el paso de denunciar como durante todo el proceso, que es largo y tremendamente angustioso, precisamente por qué NO hay perspectiva de género y la justicia sigue siendo a día de hoy, totalmente patriarcal.
Una justicia donde prima la revinculación del páter familias con las criaturas, a pesar de que hayan sido víctimas, junto a su madre, de sus múltiples violencias.
Una justicia donde se dan visitas e incluso custodias completas a presuntos maltratadores y abusadores sexuales de criaturas, arrancándoselos a sus madres de su lado, tan sólo por intentar protegerles de esos abusos y maltratos.
¿Hay algo más patriarcal que eso? ¿Hay algo con menos perspectiva de género?
No entendemos cómo se pueden hacer unas jornadas que implican tanto a las víctimas, a la posición de las víctimas, al sufrimiento de esa justicia patriarcal, a la falta de perspectiva de género no sólo en la justicia si no en muchas más instituciones… Pero ¡sin las víctimas!
Se siguen usurpando espacios, opacando nuestra presencia e intentando acallar nuestras voces. Pero gracias a quienes nos dan voz, a que no reblamos, a que seguiremos en la lucha incansables y a que nos seguirán teniendo enfrente, la voz de las víctimas (le pese a quién le pese) se va a seguir oyendo alta y clara exigiendo nuestro sitio y los derechos que nos pertenecen a nosotras y a nuestras criaturas.
Aunque nuestra voz no ha sido escuchada en unas jornadas en las que teníamos mucho que decir, si hemos podido trasladar nuestra opinión en una entrevista en la cadena ser.