Este año que termina nos ha enseñado una cosa cruda: no basta con desear menos violencia, hay que actuar con más precisión.
Porque los datos no mienten —y nos siguen preguntando qué vamos a hacer para que 2026 no se parezca al anterior.

Lo que nos ha marcado en 2025

  • Feminicidios y violencia extrema siguen ahí
    Según las estadísticas más recientes, en 2025 se acercan a 46 mujeres asesinadas por violencia de género en España hasta diciembre —y la cifra no deja de ser inaceptable.
  • Las denuncias no bajan: suben
    En varios periodos del año las denuncias han aumentado respecto a 2024. Más mujeres deciden romper el silencio, y eso es positivo, aunque también refleja que la violencia persiste.
  • Más tipos de violencia reconocidos por ley
    El Pacto de Estado contra la Violencia de Género renovado incorpora medidas sobre violencia digital, económica y violencia vicaria (cuando se usa a los hijos para hacer daño).
  • Medios y espacios digitales también son campo de batalla
    La violencia no solo ocurre en la casa: el acoso, stalking y abusos online están siendo detectados como formas graves de violencia de género.

Qué necesitamos mejorar en 2026 (medidas concretas)

1. Protección automática y temprana desde el primer aviso
No puede depender de si “la víctima convenció” a alguien de que el peligro es real.
🔹 Propuesta: activación automática de medidas de protección al primer indicio sólido de riesgo, evaluado por profesionales formados y con perspectiva de género.

2. Órdenes de protección eficaces y humanas
El sistema todavía deja grietas: medidas que no impiden agresiones mortales mientras se tramitan recursos.
🔹 Propuesta: plazos máximos para resolver órdenes de protección y recursos intermedios que eviten largos periodos de espera.

3. Justicia más rápida y especializada
El retraso judicial equivale a revictimizar.
🔹 Propuesta: juzgados especializados con plantilla estable, formación continua y evaluación de resultados (no solo estadísticas).

4. Recursos reales para reconstruir vidas
Salir de una relación violenta implica más que seguridad física: implica independencia económica, acceso a vivienda y empleo.
🔹 Propuesta: programas integrales que articulen becas, formación profesional, empleo protegido y acceso a vivienda digna para víctimas.

5. Educación desde la base (antes de que ocurra)
Las campañas están bien, pero la prevención empieza en las escuelas con educación afectiva y en igualdad desde Infantil hasta Bachillerato.
🔹 Propuesta: currículo obligatorio con indicadores claros de evaluación sobre igualdad y resolución no violenta de conflictos.

6. Digital: ley, prevención y sanción
El nuevo Pacto reconoce la violencia digital, pero falta implementación concreta.
🔹 Propuesta: protocolos claros de actuación en plataformas digitales, herramientas de denuncia eficaz y formación específica para cuerpos de seguridad.

7. Atención integral a hijos e hijas
Los menores no son espectadores: sufren consecuencias profundas.
🔹 Propuesta: servicios psico-sociales obligatorios para niños y niñas asociados a casos de violencia, con programas de seguimiento a largo plazo.

Lo que no podemos seguir aceptando

Que los procesos duren meses.
Que recursos sociales sean insuficientes o inaccesibles.
Que la prevención sea letra pequeña en presupuestos.
Que la violencia digital quede en un cajón.

Nuestro compromiso para 2026

No se trata de cumplir cuotas de titulares, sino de salvar vidas, reducir daños y cambiar estructuras.
Queremos menos silencio, más acciones con resultados medibles.

Porque cada número en las estadísticas es una vida, una familia, una historia que no debería haber terminado así.