César Román, el asesino del cachopo, asegura que ha hecho «un curso de Igualdad de la Comunidad de Madrid» y quiere pedir disculpas en persona a la familia de su víctima, Heidy Paz. Su confesión llega poco antes de que Netflix estrene una serie de tres capítulos sobre su crimen.

“Mi deseo más sincero es que la familia de Heidy Paz pueda alcanzar la paz que humana y cristianamente merecen y puedan cerrar definitivamente sus heridas”. César Román, ‘el Rey del Cachopo’, confiesa el crimen de su exnovia y muestra su arrepentimiento en una carta. Román cumple una condena de 15 años de cárcel por matar y descuartizar en agosto de 2018 a su expareja, de la que aún no han aparecido la cabeza ni varias extremidades.

En esta misiva, fechada el 17 de abril desde la cárcel de Alcalá, el asesino ya confeso va más allá y explica que en estos momentos «estoy en conversaciones con varias asociaciones de víctimas de violencia de género para colaborar con ellas», añade que «he realizado recientemente un curso de Igualdad de la Comunidad de Madrid”, que ha solicitado hacer otros y que está estudiando en prisión «satisfactoriamente», el segundo curso de la carrera de Derecho.

Román, que siempre había asegurado ser inocente del crimen de su exnovia e incluso declaró en el juicio que la víctima había tratado con narcotraficantes, afirma ahora que “estoy realizando gestiones para llevar a cabo un proceso de mediación y reparación con la familia de Heidy Paz”.

Román desmiente en este escrito, firmado y de su puño y letra, que su confesión responda a la posibilidad de obtener beneficios penitenciarios. Anuncia que retira sus recursos judiciales que había presentado contra su condena ante la justicia europea y explica que su confesión está originada por «una reflexión profunda y en conciencia en la que ha tenido mucho que ver la interiorización y análisis de mis errores pasados, mis convicciones religiosas cristianas y la firme decisión de corregir mi vida».

Recapitulemos. Nos encontramos con un asesino machista, al que ahora de repente y de sopetón, le ha dado por ir de bueno buenísimo y por querer redimirse ante la sociedad. Ahora, después de que no sólo asesinó a una mujer, si no que también la descuartizó, y desperdigó los trozos de su cuerpo por ahí de tal manera, que aún no han aparecido todas las partes en la que él la deshizo. Ahora, cuando se ve en la cárcel es cuándo le entra el deseo de redención, de dar paz a la familia de su víctima, de que cierren definitivamente sus heridas, de hacer cursos de igualdad…

Un asesino machista que, ahora, apela al cristianismo, a la mediación que él quiere tener con la familia de su víctima y a su firme decisión de corregir su vida. Y como él lo quiere, palabradedios tealabamosoyenos, ¿o qué? ¿Cómo él, oh ser todopoderoso quiere, ya no hay nada que hacer más importante en la tierra que cumplir los deseos de ese (no nos olvidemos) asesino machista que asesinó y descuartizó a su pareja?

Como el señoro ha hecho un cursito de igualdad, y tiene en mente hacer alguno más, ya se cree con la potestad de dar paz y pretender que cierren sus heridas, a la familia de su víctima. Paz en la que no pensaba cuándo la estaba asesinando y descuartizando, no olvidemos eso en ningún momento. Heridas que no tendrían que cerrar si él no hubiera asesinado a Heidy.

Eso sí, toda ésta parafernalia la monta poco antes de que se estrene una serie de tres capítulos sobre el crimen que él cometió. ¿Casualidad? No, no creemos en las casualidades.

Y la guinda del pastel es que asegura que está en conversaciones con varias asociaciones de víctimas de violencia de género para colaborar con ellas. No sabemos qué asociaciones de víctimas de violencias MACHISTAS, que no de género, pueden estar dispuestas a colaborar en el circo mediático que está montando este señoro, (por más que diga y repita que no es para obtener beneficios penitenciarios, pero permítannos que nos riamos un poco y continuemos…)

Pero lo que tenemos muy claro es que nosotras, la asociación Somos Mas, no nos prestaríamos jamás y nunca al juego de este asesino machista. Y nos sorprendería mucho que cualquier otra asociación que como la nuestra esté compuesta completamente de víctimas de violencias machistas, o esté trabajando por y para las víctimas de violencias machistas, hayan no sólo prestado oídos a este asesino, sino que ni siquiera se hayan planteado el poder colaborar con él.

Porque se ve claramente la intencionalidad de este señoro: aprovecharse de las asociaciones que colaboren con él para tomar protagonismo, darle publicidad a la serie que se ha hecho sobre él y el asesinato que cometió contra su pareja, y por supuesto reducir su condena aprovechándose de los beneficios penitenciarios que le puede devengar todo este show que está montando, diga él lo que quiera.

Lo que está claro como el agua, es que cualquier asociación que trabaje por, para y con las víctimas, no se prestará a darle pábulo, altavoz, atención ni absolutamente un segundo de su tiempo a un asesino machista. Porque el tiempo de las asociaciones de víctimas, es para las víctimas, no para los asesinos y/o maltratadores condenados y confesos. Faltaría más…

Ah, y además, le estamos pagando la carrera de Derecho, ¿qué más quiere? Cuestión aparte, además, será el rédito económico que saque de todo ésto, que eso se verá con el tiempo.

Y mientras tanto, ella, Heidy, su pareja, la víctima, la asesinada, de la que aún no han acabado de encontrar todas las partes de su cuerpo, con su vida sesgada por este señoro, que ahora va de salvador de las víctimas. Víctimas que como Heidy, él mismo ha asesinado. Y de mediador de las familias. Familias como la familia de Heidy, a la que pretende dar este asesino lecciones de moral y ayudarles a encontrar la paz que él mismo les ha arrebatado asesinando a Heidy porque sí, porque le dió la gana, porque su crueldad fue tan grande que no sólo la asesinó sino que la despedazó y aún no se ha podido encontrar a Heidy en su totalidad.

Lo que no debe de tener claro éste asesino, es que en violencias, no cabe mediación, que debe ser que en el cursito de igualdad, no se lo han debido de explicar bien.

¿Pero en qué país estamos viviendo?
¿En qué país nos estamos convirtiendo, que se le dan oídos y medios a los asesinos maltratadores para que proclamen a los cuatro vientos barbaridades como estas?
¿En qué país estamos, cuando los mismos medios dan pábulo a una aberración como ésta?
¿En qué país vivimos para permitir una salvajada cómo ésta, en la que se está revictimizando no sólo a la mujer asesinada, sino también a su familia, al hacerle pasar por el calvario de tener que escuchar las cosas sin sentido que está diciendo éste señoro?

Porque si fuéramos un país justo, lo lógico es que éste asesino no tendría que tener ni siquiera la posibilidad de pensar en salir a la calle a nada, sino que tenía que haber sido condenado a prisión permanente revisable. Sin posibilidad de que pensase en hacer cursitos, ni pensar en entrar en conversaciones con nadie, (mucho menos con la familia de la víctima) porque no iba a pisar la calle en su vida.

Que nos olvidamos de que ha asesinado y descuartizado a una mujer, porque sí, porque le dio la gana, porque le apeteció, porque decidió truncar la vida de una mujer joven, con todo un futuro por delante, que el único error que cometió fué el de enamorarse de un asesino machista sin escrúpulos al que ahora, se le está dando un altavoz para intentar ganar puntos y salir antes de la cárcel.

Esperemos que eso no ocurra, porque si no, va a quedar muy claro (más de lo que ya lo está) lo que hay que hacer después de matar a alguien. Hacer un curso, gritar a los cuatro vientos lo arrepentidos que están, decidir de motu propio que la familia de su víctima tiene que alcanzar la paz pasando por una conversación/mediación con el asesino, abrazar el cristianismo y estudiar gratis una carrera. ¡Ah! Y si ya hacen una serie del asesinato, que luego nos de dinero cuando salga de una cárcel de la que no debería salir jamás… ¡miel sobre hojuelas!

Y si no, vivir para ver. Vivir, lo que él le negó a Heidy Paz y que él se está preparando para hacer cuando salga a la calle. Porque en cuatro días saldrá a la calle, estudiao, famoso y aún pedirá derechos sobre la serie.

¿Cuándo llegará el día en que los asesinos machistas saldrán de la cárcel, cuando sus víctimas salgan del cementerio dónde ellos las metieron?

¿Cuándo llegará el día en que las condenas serán consecuentes a la gravedad del crimen y/o delito cometido?

¿Cuándo llegará el día en que los derechos de las víctimas serán más importantes que que los de los victimarios?

¿Cuándo llegará el día en que la prisión permanente revisable será algo habitual para quienes nos asesinan, violan, o son reincidentes con nosotras y/o nuestras criaturas?

¿Cuándo llegará el día en que se acabarán los atenuantes en los juicios y los beneficios penitenciarios para asesinos, violadores, pederastas y maltratadores?

¿Cuándo llegará el día en que las mujeres y criaturas víctimas de violencias machistas seremos justamente defendidas y nuestros derechos respetados antes que los de los victimarios?

¿Cuándo llegará el día en que tendremos que dejar de hacer éstas preguntas tan lógicas, pero que aún no se cumplen?

Preguntas para las cuales, por más que las hacemos, no encontramos a NADIE que nos de las respuestas.