Querida Fayna, sabes bien que tu alegría es la mía. Es la nuestra. Es la de todas las que sabemos lo que has estado pasando y sufriendo todo este tiempo. Cuando vivíais con él y cuándo no sabíais dónde estaba…

Es la de quiénes sabemos el miedo que has superado para salir a la palestra pública a hablar claramente y sin tapujos de todo lo que habéis pasado en tu casa cuando convivíais con el maltratador. A hablar de las violencias machistas, alto y claro, sin vergüenza, porque las mujeres y criaturas víctimas de esas violencias, NO debemos avergonzarnos de sufrirlas.
Quienes se tienen que avergonzar de su forma de actuar, son ellos, los maltratadores.
Porque has hablado alto y claro, dándole voz a esas miles de mujeres anónimas que viven todo eso en el silencio de sus casas (porque a eso, por más que nos esforcemos nosotras en tapar, callar, esconder… No se le puede llamar hogar hasta que no sale por la puerta el maltratador).
Porque has combatido el miedo que nos meten los maltratadores en los poros de la piel, con tu lucha incansable, con tus palabras de ánimo, con la valentía de contar lo que nunca se debe callar.
Porque has hecho de tu lucha, la de todas. Y de la lucha de todas, la tuya. Y así, juntas, es cómo somos mas. Mas fuertes, mas grandes, mas poderosas, mas libres, mas grandes.
Y así, juntas, es cómo se escuchan mas alto nuestras voces, cómo llegan mas lejos, cómo llegará un momento en que no nos pondrán obviar.
Juntas es como vamos a llegar a que nuestras voces se oigan, nuestros derechos se respeten y sean antes que los de los maltratadores, no como ahora.


He leído al abogado de tu maltratador diciendo que si hubiera entrado en la cárcel, ya podría optar a «su primer permiso en Navidad» con una condena de 5 años. Una auténtica vergüenza total y absoluta que un abogado de por hecho que su cliente (maltratador y perpetrador de diferentes violencias machistas) no va a cumplir la totalidad de la condena que se le ha impuesto por violento, maltratador, prófugo de la justicia y reírse en la cara de toda la sociedad.

Pero ¿sabes una cosa Fayna? no vamos a parar hasta que las condenas sean cumplidas íntegras. Hasta que las condenas sean acorde con la gravedad de los delitos cometidos. Hasta que los maltratadores no se escapen de rositas cumpliendo «4 días» de condena mal contados. Hasta que no se admitan atenuantes ni beneficios penitenciarios algunos a quiénes nos arruinan las vidas de nuestras criaturas y las nuestras. Hasta que las y los jueces, no juzguen a esos monstruos como si a quienes hubieran maltratado fuera a sus hijas y nietos, como si les doliéramos. Hasta que a los asesinos, violadores y pederastas, no se les aplique la prisión permanente revisable, si o si, porque no tienen derecho a convivir en sociedad. Hasta que la justicia no sea justa con las víctimas y no con los victimarios.

No, no vamos a parar, y sabemos bien que tú, querida Fayna, vas a estar al lado de las víctimas cómo has hecho hasta ahora.

Querida Fayna, sabes bien que tu alegría es la mía, y la de nuestra asociación. Que tu felicidad y la de tus hijos, es la nuestra.

Seguimos luchando, sin flaquear, sin reblar, porque así, somos mas.