El asesinato de Ilham, de 34 años, en Don Benito (Badajoz) no es solo otro crimen machista que se suma a la lista negra de 2025. Es una bofetada en la cara al sistema VioGén y a todos los protocolos que supuestamente existen para proteger a las mujeres en riesgo.
Vuelve a mostrar una debilidad conocida: cuando el caso se da por “inactivo”, la protección se evapora; el riesgo no. Su pareja, que llegó a denunciar su desaparición, está en prisión provisional tras confesar el crimen. Ilham había denunciado varias veces y estuvo en VioGén, pero sin causa activa desde 2021.
El problema es tan sencillo como grave: en VioGén, un caso inactivo significa protección cero, aunque el riesgo siga siendo el mismo. Si la víctima retira la denuncia —por miedo, presión o agotamiento—, el sistema apaga la alarma y asume que todo está bien. No lo está.
Donde falla VioGén (otra vez)
Y aquí viene otro dato que no podemos ignorar: el 88% de los ayuntamientos en España no están integrados en VioGén con recursos propios, lo que significa que en gran parte del territorio no hay policía local coordinada para actuar con rapidez.
El seguimiento de casos “bajo riesgo” o “no apreciado” queda en manos saturadas de Guardia Civil y Policía Nacional.
- Casos “inactivos” que desprotegen. La retirada o la inactividad de una denuncia no elimina el riesgo real. Si el expediente se apaga, también lo hacen las medidas de control y protección.
- Baja integración municipal. Solo el 11,6% de los municipios (excluyendo País Vasco y Cataluña) están adheridos al sistema y aportan policía local a la protección. Resultado: enormes zonas sin apoyo de proximidad y saturación de Guardia Civil y Policía Nacional.
- Brecha entre herramienta y criterio. VioGén se basa en valoraciones de riesgo y medidas asociadas, pero el algoritmo no sustituye al juicio policial, ni a la coordinación con servicios sociales y juzgados. Cuando falla la lectura del riesgo, la consecuencia no es un “falso positivo”: es una vida.
En violencia de género, “cerrar un caso” no es cerrar el peligro. La inactividad administrativa no equivale a seguridad real.
Los datos que importan
El sistema acumula más de 6,5 millones de valoraciones de riesgo y más de 840.000 casos desde su puesta en marcha, pero la cobertura territorial sigue siendo desigual: sin policía local adherida, el seguimiento de niveles bajos y medios queda cojo.
Además, el Ministerio del Interior ha anunciado refuerzos operativos en 2025 (mejoras de la valoración policial y de la interoperabilidad de datos) para afinar la detección de peligrosidad y activar medidas con mayor precisión. Bienvenidos, pero insuficientes si no se corrigen los vacíos de adhesión municipal y el apagado prematuro de expedientes.
Como indicador de demanda, el 016 registró 50.950 llamadas entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2025. El sistema no puede responder con burocracia a una realidad que no descansa.
Qué habría que cambiar ya
- Seguimiento sostenido aunque se retire la denuncia. Mantener medidas mínimas y revisiones periódicas en historiales con denuncias previas, especialmente donde hay convivencia o dependencia económica.
- Adhesión municipal masiva (o condicionada por financiación). Sin policía local integrada, VioGén pierde la pata de proximidad y tiempos de respuesta.
- Auditoría y trazabilidad de decisiones. Registro auditable de por qué un caso se desactiva y qué indicadores varían entre valoraciones.
- Formación y recursos. Extender la especialización y cargas de trabajo realistas para dar seguimiento efectivo a niveles “bajo” y “no apreciado” (cuando exista), donde se acumulan las señales previas.
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