La Asociación Somos Más celebra la segunda sesión de sus V Jornadas “Violencia sobre las Mujeres 2025 con un tema tan necesario como incómodo: la relación entre pornografía, masculinidad y violencia de género.

El lunes 28 de octubre a las 17:00 h, el divulgador Juanma González, ex adicto a la pornografía y autor del proyecto @desaprendiendoparacrear, nos invita a mirar de frente una realidad que rara vez se aborda sin prejuicios ni eufemismos: la pornografía como forma de educación emocional y sexual para toda una generación.

Una industria que educa (sin que lo sepamos)

Según datos del portal SimilarWeb, los sitios pornográficos están entre los más visitados del mundo, superando incluso a plataformas como Netflix o Amazon. En España, un informe de la Universidad de las Islas Baleares (UIB, 2023) revela que el 90% de los adolescentes varones ha consumido pornografía antes de los 16 años, y más del 60% lo hace de manera habitual.

El problema no es solo la frecuencia, sino el contenido que consumen: escenas donde el consentimiento se borra, donde las mujeres son tratadas como objetos y donde la violencia sexual se presenta como algo excitante o normal.

Como explica la psicóloga y sexóloga María Lameiras, “la pornografía mainstream enseña una sexualidad basada en la desigualdad, la humillación y el poder, y no en el placer compartido ni en el respeto”.
Y si ese es el modelo que educa a nuestros jóvenes, ¿qué tipo de relaciones estamos construyendo?

La pornografía y el modelo de masculinidad dominante

La pornografía no solo impacta en la forma de ver a las mujeres, sino también en cómo los hombres aprenden a verse a sí mismos.
El rendimiento, el dominio, la ausencia de emociones, la competitividad… son ingredientes habituales del guion masculino en este tipo de contenidos.

Desde pequeños, muchos niños y adolescentes reciben el mensaje de que el deseo masculino debe ser inmediato, constante y agresivo. Que “ser hombre” implica controlar, penetrar y dominar.
Y cuando ese modelo se repite una y otra vez, sin contexto ni reflexión, se convierte en un aprendizaje emocional distorsionado que puede derivar en actitudes de cosificación, insensibilidad o incluso violencia.

Como dice el propio Juanma González:

“Yo no era consciente de cómo la pornografía me había moldeado. Hasta que empecé a mirar con perspectiva de género y entendí que lo que yo consideraba ‘normal’ era, en realidad, una forma de violencia aprendida.”

Efectos reales, consecuencias invisibles

Las investigaciones coinciden en que el consumo habitual de pornografía está vinculado con un mayor riesgo de conductas sexuales coercitivas, actitudes machistas y menor empatía hacia las víctimas de violencia sexual.
Un estudio de la Universidad de Cambridge (2021) mostró que el cerebro de los consumidores compulsivos de pornografía presenta activaciones similares a las de las personas con adicciones a sustancias.

Esto no significa que todo consumo implique violencia, pero sí que existe una conexión directa entre el modelo de deseo que transmite la pornografía y la normalización de ciertos comportamientos.
Cuando el cuerpo femenino se convierte en objeto de consumo, el respeto y la empatía se diluyen.

Desaprender la pornografía: un reto colectivo

El enfoque de Juanma González se basa precisamente en eso: desaprender.
Desaprender los guiones, los roles y los silencios que hemos naturalizado. Desaprender para crear nuevas formas de relación basadas en la igualdad, el respeto y la responsabilidad emocional.

Su experiencia personal, marcada por la adicción y la recuperación, sirve como punto de partida para repensar la educación sexual y afectiva desde una mirada más humana y consciente.

Y es que la solución no pasa por prohibir, sino por educar.
Por abrir espacios donde podamos hablar de deseo, consentimiento, placer y respeto sin miedo ni vergüenza.
Por incluir en los centros educativos y en las familias una educación sexual integral, con perspectiva de género y emocional, que contrarreste el discurso distorsionado de la pornografía.

Un espacio para la reflexión y la transformación

Desde Somos Más, creemos que solo a través del diálogo y la sensibilización podremos transformar la cultura que sostiene la violencia.
Por eso, esta segunda jornada no es solo una conferencia: es una invitación a repensar el papel de la pornografía en nuestras vidas y en la sociedad, y a mirar de frente cómo influye en la desigualdad entre hombres y mujeres.

🗓️ 28 de octubre – 17:00 h
🎙️ Con Juanma González – @desaprendiendoparacrear
💻 Online vía ZOOM – Inscripción gratuita
👉 Más información en www.asocsomosmas.es

Cartel V Jornadas Somos Más

Porque la igualdad también se construye desde la mirada. Y en Somos Más, seguimos mirando para cambiar.