Machismo en el siglo XXI: cuando el poder sigue teniendo voz de macho alfa
Vivimos en el siglo XXI, en la era de la inteligencia artificial, los derechos humanos y los discursos políticamente correctos. Pero a poco que se rasque la superficie, bajo la pátina de modernidad y progreso, emerge con fuerza el hedor rancio del machismo más casposo. Ese que se camufla en chascarrillos, comentarios “desafortunados”, risas de barra de bar trasladadas a los escaños del poder. Ese que, aún hoy, permite que ciertos hombres se crean con el derecho de opinar sobre nuestros cuerpos, nuestras decisiones, nuestra presencia en los espacios públicos y privados. El machismo no ha muerto: ha mutado, se ha disfrazado, pero sigue operando con toda su violencia simbólica y real. El caso reciente del presidente del Consejo de Mallorca, Llorenç Galmés, es solo un botón de muestra. Su comentario machista durante una comparecencia pública no es una anécdota ni un “desliz”. Es la prueba palpable de [...]