El Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido eliminar los Puntos Violeta durante las Fiestas del Pilar. En su lugar, se habilitarán ocho “espacios seguros” que atenderán “todo tipo de violencia”. Lo que podría sonar a una medida inclusiva es, en realidad, un paso atrás en la visibilización y atención específica de la violencia machista.

¿Qué eran los Puntos Violeta?

Los Puntos Violeta son dispositivos creados para ofrecer apoyo inmediato a mujeres víctimas de agresiones sexistas, especialmente en eventos multitudinarios como fiestas patronales, conciertos o festivales. No son un invento decorativo:

  • Proporcionan atención especializada, con profesionales formados en violencia de género.

  • Tienen un carácter preventivo y simbólico, visibilizando que las agresiones machistas no se toleran.

  • Generan confianza en las víctimas, que saben que el recurso está pensado específicamente para ellas.

Su eliminación supone quitar un referente claro y reconocible para miles de mujeres.

“Espacios seguros” genéricos: ¿una solución o una cortina de humo?

El Ayuntamiento, gobernado por PP con el apoyo de Vox, justifica que estos nuevos espacios atenderán cualquier tipo de violencia: desde peleas, hasta agresiones sexuales o problemas relacionados con drogas y alcohol.

La pregunta es sencilla:

  • ¿Se puede atender con la misma eficacia una agresión machista que una disputa entre jóvenes?

  • ¿Qué formación tendrán quienes estén en esos puntos para identificar y actuar frente a una agresión sexista?

La violencia machista no es un problema más dentro del listado de “violencias varias”: tiene causas estructurales y necesita respuestas especializadas.

Una decisión política con impacto real

Este cambio no es neutro. Responde a la presión ideológica de Vox, que niega la existencia de la violencia de género como categoría específica. El PP, en lugar de mantener un compromiso firme con las políticas de igualdad, ha optado por diluirlas bajo un paraguas genérico que resta visibilidad al problema.

Desde Somos Más lo decimos claro: quitar los Puntos Violeta es mandar un mensaje equivocado a la ciudadanía. Un mensaje de retroceso, de desprotección y de banalización frente a la violencia que más afecta a las mujeres.

Lo que está en juego

  1. La seguridad de las mujeres: sin puntos especializados, la atención puede ser más lenta, confusa o ineficaz.

  2. La prevención: los Puntos Violeta no solo ayudan en casos de agresión, también disuaden y educan.

  3. El reconocimiento institucional: dejar de nombrar la violencia machista es un intento de invisibilizarla.

Nuestra posición

En Somos Más creemos que:

  • La violencia machista debe seguir siendo nombrada, visibilizada y combatida con recursos específicos.

  • Los avances conseguidos en igualdad y protección no pueden retroceder por cálculos políticos.

  • Los “espacios seguros” genéricos no sustituyen a los Puntos Violeta; son, como mucho, un complemento, pero nunca un reemplazo.

Eliminar los Puntos Violeta no es modernizar la atención, es recortar derechos. Porque donde se borra la palabra “machista”, se borra también la voluntad política de enfrentarse al problema.