El pasado 24 de enero, la periodista Marisa Kohan publicó un extenso artículo en el diario Público en el que ponía el foco en la «llamada de atención» que hace Naciones Unidas sobre la utilización del falso Síndrome de Alienación Parental (SAP) por parte de la justicia española.

Queremos aprovechar esta denuncia de Naciones Unidas para seguir insistiendo en la necesidad de eliminar definitivamente estas prácticas que perpetúan un estereotipo machista todavía presente en algunas sentencias judiciales.

Por eso, nosotras, al igual que muchas mujeres en este país, queremos preguntar a las instituciones implicadas:

¿Cuándo se va a hacer realidad lo que exige, con muchísimo acierto, el Comité Antidiscriminación de Naciones Unidas (CEDAW) ?

¿Cuándo se va a dejar de hacer caso omiso a lo que los relatores y relatoras de la ONU están solicitando a nuestro país?

¿Cuándo se van a tomar cartas en el asunto para devolver las criaturas arrancadas a sus madres en nombre del inexistente SAP?

¿Cuándo se nos va a dejar de demonizar a las mujeres y se nos va a escuchar ante el aviso de que nuestras criaturas corren peligro?

¿Cuándo va a asumir el estado sus errores y va a ponerse manos a la obra para enmendarlos, en vez de seguir negándolos y tapándolos por sistema?

¿Cuántas veces más, las instituciones internacionales deberán «sacarnos los colores» como país para que nuestra justicia tome cartas en el asunto?

¿Cuántas víctimas más tienen que seguir sufriendo?

¿Cuántas mujeres y criaturas tienen que ser asesinadas para que veamos una solución?

Por supuesto, por nuestra parte seguiremos trabajando y manteniendo reuniones con aquellxs que estén dispuestxs a sumarse a esta causa, que no es otra que la de las víctimas y la búsqueda de ayudas para que nuestras mujeres y criaturas vivan con dignidad.

Las cinco veces que la ONU ha pedido cuentas a España por usar el falso Síndrome de Alienación Parental sin lograr cambios

«Hasta en cinco ocasiones diversos expertos de Naciones Unidas han pedido explicaciones a nuestro país a lo largo de los dos últimos años por distintos casos en los que la Justicia ha utilizado el inexistente Síndrome de Alienación Parental (SAP), un estereotipo de mala madre que tiene como consecuencia victimizar a las mujeres y desproteger a los niños que acaban separados. Sin embargo, ninguna de las comunicaciones ha tenido como resultado una intervención del Estado en dichos casos ni una mejora de los procedimientos que se sigue en la Justicia. O tal vez, incluso, todo lo contrario. En algunos la virulencia del sistema parece haberse incrementado.

Entre octubre de 2019 y noviembre de 2021, alguno o varios de los Relatores Especiales de Naciones Unidad (existe esta figura independiente de los gobiernos para monitorear la posible vulneración de distintos derechos humanos) se han dirigido a España para preguntar por cuatro casos específicamente. Por el de María Noel y su hija de Alicante, a la que se revocó la orden de protección hacia la niña y decretó la custodia compartida, pese a existir informes que atestiguaban un posible abuso sexual; el de Irune Custumero y el de Diana García.

En cuatro ocasiones lo hicieron por el procedimiento habitual que tiene este sistema especial de protección de Naciones Unidas, por el que envía comunicaciones a los países miembros firmado por uno o varios de estos relatores y piden al Estado que responda en un plazo de dos meses sobre las medidas adoptadas para proteger a madres e hijos, así como acciones concretas para evitar que el maltrato institucional continúe.

Sin embargo una de las cinco notas firmada por ocho expertos tuvo otra característica y se emitió como una nota de prensa en la que los relatores denunciaron lo que consideran un «patrón estructural» en la justicia española que desprotege a madres y a sus hijos e hijas.

El sistema Especial de derechos humanos formado por los relatores de Naciones Unidas, una figura que es independiente de los Gobiernos, está muy preocupado por la persistencia de los estereotipos de género en la justicia española, que acaban por convertir en irrelevante el testimonio de mujeres y niños. Así lo reflejan en cada comunicación que han enviado a España en los dos últimos años.

Desde el año 2014 Naciones Unidad viene advirtiendo a España sobre la necesidad de atajar y eliminar este tipo de estereotipos. Lo hizo el comité antidiscriminación de Naciones Unidas (CEDAW, por sus siglas en inglés) cuando condenó a nuestro país por el caso de Ángela González Carreño. Esta madre había presentado más de 50 denuncias para impedir que su expareja tuviera visitas no vigiladas con su hija. No fue escuchada. En una de ellas, el padre asesinó a a hija y se suicidó.

En su condena a España en 2014, la CEDAW pidió a nuestro país que tomara medidas urgentes para que hechos como el de González Carreño no volvieran a suceder. Las medidas iban encaminadas principalmente a la necesidad de eliminar prejuicios y estereotipos en todos los operadores del sistema de Justicia, algo que aún no se ha hecho una realidad»

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Por nuestra parte, las mujeres que formamos parte de Somos Más, seguiremos en la búsqueda incesante de recursos para poder hacer cursos, y con ellos, reciclar y empoderar a las mujeres para que se incorporen al mundo laboral así como para la atención psicológica a las víctimas y sus hijas e hijos.

Consolidar nuestra presencia en los espacios que nos pertenecen, sin dejar que se se nos relegue o se nos aparte por quienes los usurpan sin derecho, acallando la voz de las víctimas que es a quienes se nos tiene que escuchar.

La lucha incansable por los derechos de las criaturas, que son las víctimas invisibles de ésta lacra que es la #ViolenciaMachista. No pararemos hasta que se les escuche y se tome en consideración su testimonio.

Queremos soluciones, y las queremos de inmediato. Las queremos las víctimas, y las exigen de fuera, porque se dan cuenta de que lo que está pasando aquí es insoportable.